En el artículo anterior decíamos que hacen falta tres cosas previas para tomar la decisión de montar una empresa para ganarse la vida, a saber, tener conocimientos o habilidades para hacer algo, que el producto o servicio pueda tener clientes, y tener capacidad de gestionar ese producto para ponerlo en un mercado. Cuando estas preguntas están resueltas aparecen otras dudas que hay que afrontar de forma inmediata, son la que siguen:
- Tenemos una idea de negocio. En el mundo de la empresa eso quiere decir que sabemos hacer un producto o dar un servicio. No tiene porque ser algo novedoso o revolucionario, puede ser algo que mejore lo existente, que tenga mejor diseño, mejor precio, una buena atención al público... Amancio Ortega ha trabajado en uno de los sectores que los economistas de principios de la década de los ochenta decían que era una "industria madura", en la que multitud de empresas ofrecían productos de forma muy competitiva y los beneficios eran muy reducidos, pues bien, Inditex en la actualidad le genera un dividendo anual de unos 900M€. Cualquier actividad se puede hacer bien o mal. Todas las ideas empresariales deben enfocarse a conseguir clientes y que estén contentos. Qué necesitan, cuánto pueden o quieren pagar, cómo nos podemos relacionar más eficazmente... y ojo!, estar atentos, después de una idea viene otra, y luego la siguiente.
- Hagamos presupuestos. Empecemos por los gastos - personal, alquiler, suministros, colaboradores, financieros... - y sigamos con los ingresos. Si vendemos un producto hagamos un escandallo aproximado, inicialmente sin repercutir gastos generales y calculemos un margen, de ese modo sabremos los productos que tenemos que vender para cubrir los gastos en su conjunto. Cuando lo tengamos repasémoslo cada semana. Si la empresa crece haz presupuestos por áreas - personal, marketing, producción... -, de tesorería, de inversiones, o de ventas. Analiza la información con detalle y, al menos, una vez al mes. Haz un presupuesto para el año próximo. Acabarás llevándote todos los prepuestos los fines de semana a casa, puede que llegue un momento en que no los mirarás.
- Si tienes clientes descubre la inmensidad de los mercados. Es muy habitual que la perspectiva del principiante sea corta - a veces es confusa y se acaba pronto la aventura -, pero con el tiempo podemos llegar a ver la potencialidad de nuestros productos. Vivimos en una economía globalizada, la tecnología nos permite ofrecernos a una gran masa de consumidores, hasta un bar puede significarse extraordinariamente, sólo hace falta productos sugerentes, buenos precios, atención personalizada...y clientes satisfechos que digan a otros lo bien que les va.
- Pertenece a redes. Necesitamos contactos. La complejidad de una empresa es extraordinaria, hace falta conocimiento de muchas cuestiones y personas que nos acompañen, que nos empujen y que nos frenen. La red es la familia, los amigos, los conocidos de los amigos, los de la peña, los colegas del bar, los asesores que contrates, el colegio profesional, empresarios que conozcas en un foro, el banco con el que trabajas, etc. Todo el mundo es útil, llega a acuerdos, negocia, cuenta a los que te rodean que tienes una empresa y a que se dedica, se tolerante... Quizás hay un grupo que no sirve para nada, los compañeros del partido político - si es el caso -. Se comienza vendiendo un producto en su justo precio y se acaba pidiendo una subvención o vendiendo a precios "especiales", ese no es modo de hacer empresa. A veces, cosas de la vida, incluso hay que compensar antes. Los "aparatos" no aportan valor al mundo empresarial, en numerosas ocasiones sólo pretenden gestionar intereses públicos en beneficio particular. Los partidos políticos están llamados a otras responsabilidades.
- Espíritu emprendedor - o de supervivencia -. A la actitud emprendedora se llega por virtud o por necesidad. Son muchos los que arrancan porque no tienen más remedio y después de encontrar el éxito lo convierten en virtud. Lo primero es ser optimista, hay que pensar que las cosas van a salir bien. Además hay que ser perseverante, tolerante, buen negociador, aplicado en la gestión, madrugador, puntual, tener algo de ambición, pensador en el largo plazo, calculador, intuitivo, amante ocasional del riesgo... Y todo eso se aprende, se ordena, las malas prácticas se evitan si uno quiere.
- Crea un equipo. Contrata a personas, apóyate en asesores, contrasta ideas con personas especializadas. No se puede trabajar solo, hay muchas situaciones en las que por falta de una opinión se pierde tiempo, esfuerzo y dinero.
- Si necesitas financiación ahorra antes, pídele dinero a tus familiares más próximos, trabaja un tiempo sin cobrar, y cuando veas que las cosas van saliendo y necesitas dar un salto en volumen acude a un banco. Si una de las primeras preguntas que te haces es ¿qué ayudas hay en la Comunidad autónoma o en el Ayuntamiento para mí negocio? no montes una empresa, no va de eso, va de lo contrario y de que tu puedas vivir.
- Organízate pensando que eres empresario. Piensa en los horarios, en los días de descanso, en las vacaciones, en cómo atender tu demanda, en el orden de las diferentes áreas. También en las fechas límite de las tareas, los encargos de los clientes, del abastecimiento...busca tiempo para formarte, delega responsabilidades, asigna objetivos...
- ¿Qué valor le damos a la tecnología?: todo!!!
Sobre estos temas, someramente enunciados, y otros más, mes a mes iremos añadiendo explicaciones más amplias.
Esperamos que te sean útiles.